“No fuimos a buscar la medalla, pero se dio”

El marplatense Mariano Mastromarino llegó esta tarde a la ciudad después de su medalla de bronce en el maratón Panamericano y habló en Marca Deportiva Radio (FM 99.9): “estoy sorprendido por la repercusión de una medalla de bronce, no pensé que podíamos generar tanto”, afirmó.

Mariano Mastromarino luciendo su bronce panamericano.

Mariano Mastromarino luciendo su bronce panamericano.

Por Rodrigo Divito
@rodrigodivito

Ya se había convertido en noticia nacional cuando pasó a los keniatas en el Maratón de Buenos Aires el año pasado y, a pesar de que un auto de la organización lo confundió con un intruso, cruzó la meta con los brazos en alto, como diciendo ´acá estoy´.

Hoy ya ha dado una muestra más de su valía y, por la evolución de su trabajo, es muy probable que el año que viene esté en Río de Janeiro, viviendo un Juego Olímpico. El marplatense Mariano Mastromarino arribó esta tarde a la ciudad después del bronce en el Maratón de los Juegos Panamericanos de Toronto.

Una vez que terminó con los saludos de rigor, habló con Marca Deportiva Radio (FM 99.9): “hacía un mes que estábamos fuera de la ciudad, estoy contento de estar acá”, remarcó el “Colo”. Su teléfono no para de sonar desde que cruzó la meta, las notificaciones desde todas las redes sociales no cesan y tranquilo, fiel a su personalidad, dispone minutos para todos: “estoy sorprendido por la repercusión porque es una medalla de bronce, si bien era histórica, no pensamos que podía generar tanto. La movida del running está creciendo y hace que los resultados de un maratonista haga mucho más ruido. Es algo que no íbamos a buscar pero se dio”, afirmó Mastromarino.

Habitualmente se lo ve en la costa de Mar del Plata, entrenando acompañado de su esposa y su hija y esa sencillez lo lleva a ser apreciado por todo el ambiente: “sigo entrenando siempre en los mismos lugares y este fenómeno del running es muy importante porque recibí mensajes de todo el país”, indicó.

Su fuerte históricamente eran los 3.000 metros con obstáculos, la prueba donde compitió otra marplatense en estos Panamericanos como Belén Casetta, pero decidió cambiar y sin dudas fue una decisión correcta, con la salvedad del trabajo que realizó en el camino: “en los 3.000 metros con obstáculos tuve la oportunidad de conseguir medallas en juveniles, pero cuando pasamos a Mayores las cosas se pusieron más difíciles. Buscamos una mínima olímpica para Londres y quedamos a 4 segundos de ir, buscamos la mínima para el Mundial en Maratón y quedamos a 22 segundos. Veníamos de buenos resultados, pero no se deban los objetivos y era bastante frustrante”, recordó sobre los momentos duros que atravesó en los últimos años.

En medio estuvo esa decisión que hoy lo lleva a hacer más grande su carrera deportiva: ser maratonista. “El cambio fue algo que me sugirió Leo, le dije que quería seguir entrenando los 3.000 con obstáculos y fuimos a buscar la marca para Londres. Cuando no se dio empezamos con el maratón y por suerte nos adaptamos rápido y ahora se están viendo los resultados”, repasó Mariano.

A pesar de los sinsabores, siguió trabajando con mayor intensidad y finalmente, tuvo su momento de gloria: “con el Maratón de Buenos Aires el año pasado y esto en los Juegos, agarramos la racha buena y tenemos que aprovecharla. Sabemos que después puede venir la racha mala, pero siempre debemos que tener los objetivos claros”.

El momento de la llegada con los brazos en alto para Mariano Mastromarino.

El momento de la llegada con los brazos en alto para Mariano Mastromarino.

La preparación es muy importante. Unas semanas antes del viaje a Toronto, Mastromarino, junto con Casetta y Malgor, viajaron a Cachi el lugar elegido para cada preparación importante. “Además de la altura y los caminos de Cachi, lo que buscamos ahí es salir de la vida social que hay en la ciudad. Estamos pensando sólo en los entrenamientos y los cuidados. Ahí estas enfocado 100% en lo que tenes que hacer”, resaltó sobre las bondades del pueblo salteño.

El resto es historia conocida. Su comienzo a buen ritmo con un esquema de carrera, ser último al final de la primera vuelta del circuito panamericano y la remontada en los últimos kilómetros que lo llevaron a superar en los 2.000 metros finales al mexicano Daniel Vargas para colgarse la medalla de bronce.

Después vino la locura: “cada vez que conectábamos el teléfono no paraba de sonar, fue impresionante”, recuerda Mariano Mastromarino, todavía sorprendido.

Casi no llega a la meta por saludar a Leonardo Malgor.

Casi no llega a la meta por saludar a Leonardo Malgor.

Es que la medalla lo ameritaba, después de 64 años, había un maratonista argentino en el podio y eso era para destacar. El contexto también era emocionante porque su entrenador había tenido el mismo objetivo cuando le tocó competir en un Panamericano y estuvo muy cerca. “Leonardo decía que clasificó a los Juegos Olímpicos y por una lesión no pudo ir. Entrenando a Marita pudo vivir sus Juegos. Lo mismo pasó ahora con esta medalla porque en Mar del Plata había sumado dos cuartos puestos y ahora tiene la medalla. Es un logro de todo el equipo, la medalla también es de él”, dijo el marplatense.

La medalla en realidad, tiene muchos responsables. Uno de ellos es María de los Ángeles Peralta: “Marita es una amiga, compartimos todos los entrenamientos y las concentraciones en Cachi. Nos alentamos y vivimos nuestras alegrías y tristezas juntos. Esta medalla también es parte de ella que está siempre alentando y dando una mano”, reconoció Mastromarino.
Otro de los que quiso mencionar como parte del logro es Daniel Díaz: “empecé con él en el atletismo, ahora estoy con Leonardo pero están los dos en el mismo club, tengo trato constante con él también y es la persona que más me enseñó de este deporte”, agregó.

Una vez que pasó la locura, había que bajar a tierra y lo hicieron la misma noche del sábado en un lugar emblemático de Toronto. “Habíamos ido el viernes a la CN Tower y habíamos reservado una mesa para el sábado a la noche. Íbamos a festejar o ahogar las penas, pero queríamos estar ahí porque tendríamos una vista bárbara de Toronto. Nos sacamos muchas fotos y comimos rico, fue una comida para bajar toda la euforia que habíamos vivido en ese momento”, recordó sobre esa noche del sábado.

El objetivo de la clasificación olímpica no se escapa de su mente y aún en circunstancias poco óptimas, estuvo muy cerca de conseguirla. Por eso, ahora ya empezará a trabajar para ello: “estamos cerca del tiempo, aún en un circuito complicado y con un clima adverso. Si no era así, la marca estaba. Ahora correremos el 15 de noviembre en Valencia donde esperemos que salga la marca”.

Como en 2014 se convirtió en uno de los personajes del año para la Revista Gente, hoy Mariano Mastromarino goza de un nuevo momento fuerte en su carrera deportiva. Pero no se conforma. Con humildad y trabajo, intentará llegar a un Juego Olímpico…y está muy cerca.