Digno subcampeonato argentino en la AmeriCup

La Selección Argentina de Básquet cayó en la final de la AmeriCup ante Estados Unidos por 81 a 76 y se quedó con un digno sub-campeonato. Dentro del plantel estuvieron los marplatenses Patricio Garino y Luca Vildoza.

Duele por la forma, pero Argentina no tiene nada que reprocharse en esta AmeriCup. Con el promedio de edad más bajo del torneo (24.6) y sin el capitán Luis Scola (lesionado), la renovada Selección hizo un enorme torneo, llegó a la final con autoridad y hasta supo dominar a Estados Unidos. Sin embargo, el crecimiento del rival en el segundo tiempo fue suficiente para dar vuelta la historia y quedarse con la victoria (81-76) y el título en Córdoba.

El primer cuarto del conjunto de Hernández fue excelente. Salió con un nivel de intensidad y concentración superlativo, impuso su defensa, cuidó el rebote y lastimó con sus corridas para tomar diferencias, sobre todo a partir de las manos de Brussino, quien sumó 12 puntos y 3 asistencias, con triples, volcadas y buenas descargas. Deck estuvo muy activo (6), y Campazzo (dos tapas) y Garino fueron pilares atrás para el 22-15 (la diferencia tocó los nueve).

Lejos estuvo Argentina se aflojar el rendimiento, sino todo lo contrario. El trabajo defensivo fue fantástico y fue consumiendo a un rival sin respuestas. Y adelante se fueron sumando varios. Saiz, con otra entrada genial de producción instantánea (7 tantos); Laprovittola, sólido en la conducción y con goleo (5 y 3 asistencias); y hasta Redivo mandó a cobrar el primer bombazo que tomó. Campazzo, con un triple sobre la hora, le dio la máxima para llegar al descanso largo: 42-27.

Con apariciones de Deck, la Selección llegó a sacar una ventaja de 20 (50-30), pero Estados Unidos reaccionó. Endureció su juego, se puso más físico, Argentina comenzó a trabarse y en el cierre del tercer cuarto apareció un triple de Hearn para reducir el margen a seis (56-50).

La dinámica no se modificó y la visita tomó el control. Por su juego físico y porque el seleccionado perdió el eje. Con triples de Hearn y varias penetraciones, los norteamericanos tomaron la delantera (65-61) a 5m27, que creció a siete (70-63). Argentina empujó, buscó la heroica desde las manos de Brussino y Campazzo, pero chocó contra sus propias fallas. Y el milagro, pese a tener una chance de empate en la última, no llegó. De todas maneras, no hay nada para reprocharse. El camino hacia el futuro es el correcto.

LOS NUMEROS DE GARINO

En el último partido de la AmeriCup, el marplatense jugó 18:17 minutos con un balance final de 4 puntos fruto de 2 de 4 en dobles, 0 de 2 en triples y 0 de 1 en libres. Además, tuvo 8 rebotes, 2 asistencias, un robo y una tapa.