Quilmes volvió a casa, una noche especial

Luego de sucedido el hecho que estaba esperando la gente del “cervecero” repasamos los ecos de una noche inolvidable para el hincha del club y para los dirigentes que apostaron a una empresa verdaderamente difícil.

La hinchada “Tricolor” en la tribuna del “José Martínez”. (Foto: Prensa Club Quilmes)

Por Rodrigo Divito (@rodrigodivito)

La noche fue especial, completa; casi una demostración perfecta de lo que necesitaba Quilmes para ratificar que el hecho de volver a jugar en el “José Martínez” es una decisión correcta. El triunfo ante Pergamino Basket le aportó la frutilla al postre de una noche que tuvo una alta cuota de emoción, adrenalina y un final de partido con dientes apretados, fiel al ADN “cervecero”.

LA EMOCIÓN DE LOS PROTAGONISTAS

No sería extraño ver alguna lágrima rodar por las mejillas y eso iba a pasar. Las contuvo en el momento justo Oscar “Huevo” Sánchez que junto con Eduardo Dominé fueron citados para estar en el centro del campo. El entrenador, visiblemente emocionado, apenas pudo contener una emoción que lo desbordaba. Se ancló en la pelota de básquet que fue a buscar desesperadamente una vez terminado el momento protocolar de la inauguración en la voz de Néstor Gambini, locutor histórico del club. También hubo lágrimas que no pudieron contener hinchas y empleados del club que vieron cumplido el sueño por el que pelearon.

EL SHOW DE PATI

Justamente Gambini fue el encargado de aportar su cuota de show dentro de un inicio de velada particular. Con las rodillas en tierra, se inclinó en el centro del campo para darle un beso al escudo ubicado en la mitad de la cancha. No pudo faltar su arenga clásica antes del inicio del partido con revoleo de camiseta incluido. Una marca registrada de Quilmes y del básquet argentino.

ALIENTO ENSORDECEDOR

El clima que se vivió fue increíble. La acústica de una cancha más pequeña, colmada hasta el tuétano, se hizo sentir a lo largo de la noche. Los jugadores tenían que acercarse para hablar entre sí, los entrenadores exigirse para dar las indicaciones y el calor se hacía sentir mientras los hinchas no dejaban de cantar.

SONRISAS DE ORGULLO

Los dirigentes del “tricolor” fueron un capítulo aparte porque cada uno de ellos no podían ocultar la alegría de volver al club. Las sonrisas se dibujaban casi inconscientemente, entre las corridas para que todo salga bien y estar organizados de la mejor manera (estaba presente la titular local del APREVIDE); había momentos para pararse a mirar, absortos, lo que estaba pasando delante de sus narices….y no podían evitar la sonrisa.