Quilmes superó su primer examen

En su primera presentación de la pre-temporada, Quilmes superó a Boca por 82 a 75 en el Gimnasio “José Martínez” de su sede social. Eric Flor fue el máximo anotador con 21 puntos.

[smartslider3 slider=233]

Por Jordan Perez Urrutia (@JordanPerezU)

Quilmes aprobó su primera prueba al superar a Boca Juniors por 82 a 75 en un amistoso disputado en el gimnasio “José Martínez” de la propia sede del club.

El conjunto de Javier Bianchelli gozó del aliento de sus hinchas en el partido inicial de pretemporada para un “Cervecero” que ya mostró sus primeras armas dentro del campo de juego. Sin Ivan Basualdo por lesión (contractura dorsal), el técnico puso en cancha lo mejor a su disposición, con el claro atractivo de presenciar a un equipo con muchos nombres nuevos (Nicolás Ferreyra, Emiliano Basabe, Ricky Sánchez y Omar Cantón) y sin caras familiares (Luca Vildoza e Ivory Clark).

El “Tricolor” mostró un gran nivel de juego y tuvo como figura rutilante a Eric Flor, quien se despachó con 21 puntos (Emiliano Basabe, Omar Cantón y Ricky Sánchez 17, 15 y 13 tantos, respectivamente).

El “Cervecero” comenzó con el quinteto Ferreyra, Eric Flor, Enzo Ruiz, Cantón y Sánchez.

El inicio estuvo marcado por dos defensivas intensas e imprecisiones dignas de un primer juego de pretemporada. No obstante, la presión constante en cancha propia no fue negociable. Como era de esperarse, las diferencias en el marcador fueron acotadas pero Quilmes, que fue de menos a más en el aspecto ofensivo, comenzó a aceitar sus engranajes en ataque. Al finalizar el primer cuarto, el tanteador dictó un empate en 18.

En el comienzo del segundo período, el “Cervecero” aplicó dos jugadas que podrían ser las piedras fundantes de su renovado estilo de juego: Una asistencia precisa e incisiva a la pintura y el siempre útil contragolpe. En este período, las buenas acciones ofensivas fueron para ambos equipos: Con Cantón, Basabe y Sánchez en cancha, el “Tricolor” tuvo más consistencia tanto en defensa como en ataque. Boca, por su parte, movió muy bien el balón pero no pudo concretar sus lanzamientos como hubiese querido. Sobre el cierre de la mitad, los de Bianchelli alcanzaron una ventaja máxima de ocho tantos (47-39).

Al comenzar el tercer cuarto, se notó que ambos quintetos buscaron variantes ofensivas constantemente. En Quilmes ya no se vio aquel recurrente pick and roll y las jugadas tuvieron diferentes protagonistas (algo que la llegada de Basabe y Cantón pareció generar). Mediado el parcial, Quilmes logró desestabilizar completamente al “Xeneize” y generó otra máxima de 13 puntos gracias a un excelente triple del foráneo Ricky Sánchez. Al igual que a lo largo de la temporada pasada, la hostigante defensa “Tricolor” volvió a ser su principal estandarte y gracias a ésta se fue al último descanso ganando por 13 tantos (64-51).

En el último cuarto, Quilmes jugó para/con sus internos de manera efectiva. Boca no pudo encestar sus tiros abiertos y el trámite tuvo una tónica similar al tercer parcial. Si bien el “Xeneize” se acercó a seis tantos en el marcador con dos minutos por jugar, el “Cervecero” no tuvo mayores sobresaltos para sellar la victoria por 82 a 75.

La actuación del equipo le permite al hincha ilusionarse. La entrega e intensidad de aquel Quilmes 16/17 siguen intactas y a éstas se les sumaron variadas opciones de goleo, nuevos y mejorados esquemas ofensivos y dos internos aguerridos como Sánchez y Cantón. Tras haber llevado a la práctica lo ensayado, el “Cervecero” aprobó su primer parcial.