Franco Ezequiel Acosta: “Mi última pelea fue como un golpe de realidad”

El campeón Fedelatin Crucero y Argentino MedioPesado habló en Marca Deportiva Radio (FM 99.9) sobre su decisión de volver a Mar del Plata para radicarse y entrenar con su papá, Rubén “Siru” Acosta: “está la idealización del sueño de irse, pero después hay que aguantarlo. Para mí no era el momento”.

Por Rodrigo Divito (@rodrigodivito)

El boxeador marplatense Franco Ezequiel Acosta, actual campeón Fedelatin Crucero y Argentino MedioPesado, decidió volver a radicarse en nuestra ciudad después de una experiencia entrenando en distintos gimnasios de Buenos Aires. El detonante fue la última pelea ante el colombiano Carlos Galván ante quien defendió el cinturón continental, pero no se quedó conforme con la versión que vio de si mismo.

Lo comentó en Marca Deportiva Radio (FM 99.9) indicando que la última pelea fue como un golpe de realidad. Nos sentamos a hablar y llegamos a la conclusión de que iba a ser mejor para mí volver a Mar del Plata sobre todo desde lo anímico. Yo extrañaba mucho a mi gente, mi familia, me estaba costando demasiado. Se lo dije a mi entrenador, a mi promotor y a Juan Inza. Estuvieron todos de acuerdo, asique me vine para la ciudad”.

Cuando tomó la decisión de irse a Buenos Aires consideraba que era la única manera de seguir progresando, pero hubo otros factores que terminaron influyendo: “no me parecía tan difícil, pero la realidad es que las cosas se dieron así. No tuve resultados malos fuera de la ciudad, pero es muy difícil para alguien que es familiero como yo, estar lejos. Venía una o dos veces por mes a la ciudad, a veces no podía. Está la idealización del sueño de irse, pero después hay que aguantarlo. Para mí no era el momento”.

Su versión sobre el cuadrilátero no fue la que se ha visto a lo largo de su carrera amateur y tampoco en su etapa profesional: “fue un Franco Acosta desconocido para mí también. Estaba super concentrado y el entrenamiento en Buenos Aires sigo diciendo que fue muy bueno. En la pelea, no se que pasó, me bloqué y en el segundo round me inmovilicé, era sobrevivir, hacer lo que me salía y no irlo a buscar. No es culpa del entrenador ni del entrenamiento, fue mi cabeza la que me jugó una mala pasada. Tuve 13 noches buenas y una por ahí, no iba a salir igual”. Sabe que esta presentación hará que otros vengan a buscar los cinturones y eso lo toma como algo positivo: “ahora después de esta pelea, me van a querer pelear muchos y bienvenido sea, la cabeza me jugó una mala pasada. Estoy volviendo a entrenar con mi viejo, acomodandome de vuelta”.

Esa situación mental que tuvo al momento de combatir, fue un problema que identificó y sobre el que tendrá que trabajar: “la cabeza juega en un 80% en la pelea, si vos no te sentís bien se nota. Lo triste es que estaba transmitiendo en vivo 5 minutos antes de la pelea y estábamos en un ambiente re lindo, pero me llamaron para la pelea y se me cayó el mundo, no se lo que pasó”.

Hoy, después de las experiencias que atravesó, también pudo encarar una relación distinta con su padre Rubén “Siru” Acosta que ha vuelto a ser su entrenador: “todo lo que me pasó en Buenos Aires lo capitalizo, lo hablo con mi viejo y nos estamos entendiendo mucho más. Cuando me fui mi papá era una persona muy cerrada en lo suyo y yo creía que no podía crecer. Antes de venir tuvimos una charla donde pusimos condiciones de trabajo y llegamos a un acuerdo donde creo que no hay techo. Seguiré yendo a Buenos Aires a buscar Sparrings porque la calidad es distinta, pero iremos así”, comentó al respecto.

La oportunidad podría estar a la vuelta de la esquina, porque ya le anticiparon que el mes próximo podría tener una chance cerca de casa: “el 16 de septiembre, supuestamente en Santa Clara del Mar sería mi próxima pelea. Tengo un nombre en particular que me parece que va a ser que es Galovar, pero hay que esperar”, concluyó el “León”.