Rubén Acosta, una función más para “Siru”
Este sábado, Rubén Eduardo Acosta volverá a pelear en el exterior. Esta vez será en Canadá donde enfrentará a otro experimentado boxeador como Yan Pellerin con el cinturón NABO de categoría Crucero en juego.
Una vez más, a los 44 años, Rubén “Siru” Acosta volverá a pelear en el extranjero, algo que se tornó una costumbre a lo largo de su dilatada carrera profesional. Este sábado, será rival de Yan Pellerin en la lucha por el Cinturón NABO (North América Boxing Organization) de la categoría Crucero.
El boxeador nacido en Florencio Varela y radicado en Mar del Plata, viajó con destino a la localidad de Saint-Hyacinthe donde peleará en el L-P Gaucher Arena ante otro boxeador que supera la línea de los 40 años. Acosta ya acumula a lo largo de su paso por el profesionalismo 39 peleas ganadas, 18 perdidas y 5 empates por lo que tiene una larga experiencia en este tipo de peleas, sobre todo cuando va en contra de todos los pronósticos ante un púgil local.
Yan Pellerin tiene 42 años, pero apenas 14 peleas en el campo rentado, algo muy poco frecuente. De esas, 13 fueron victorias y 5 las terminó por la vía rápida. La restante fue derrota, pero en 2018. El 17 de diciembre del año pasado se quedó con el Cinturón NABO Crucero luego de vencer en Montreal al mexicano Francisco Ruiz y desde entonces no pudo defender la corona hasta esta pelea.
Acosta por su parte, tuvo en su último combate una victoria por KO ante Ángel Schmitt en una noche inolvidable donde protagonizó la cartelera de doble fondo con su hijo. Aquella vez dijo que era la última pelea en el país, pero ahora tiene una oportunidad afuera que no piensa desaprovechar. Con pasos por Dinamarca, Alemania, Letonia, Gran Bretaña, Brasil, Colombia, México y Australia; ahora sumará un nuevo destino.
Ya había tenido una oportunidad de pisar suelo canadiense pero se terminó suspendiendo el combate porque la Comisión de Boxeo del Estado donde se presentaría no permitía que se subieran al cuadrilátero boxeadores mayores de 40 años. Ahora se podrá sacar esa espina y quizás, cerrar su carrera profesional. Quizás no, y deje la puerta abierta una vez para otro combate; porque siempre hay uno más para “Siru”.