Que la intensidad no sea una palabra de moda

El uso de la palabra intensidad en entrenadores, jugadores y periodismo es prácticamente una constante en el fútbol actual. Pero, ¿realmente sabemos de que estamos hablando cuando introducimos ese concepto?. El análisis de Juanfer Blaires en su columna.

El entrenamiento del Bayern Münich de la mano de Guardiola.

El entrenamiento del Bayern Münich de la mano de Guardiola.

Juanfer

 

Por Juanfer Blaires
@JuanferBlaires

 

La palabra INTENSIDAD en el fútbol se ha instaurado en el último año en el vocabulario en nuestro país de una manera ya exagerada por demás, a veces hasta sin entenderla y mencionándola por el simple hecho de lo bien que puede quedar en el fraseo de entrenadores y jugadores.

Sin el ánimo de buscar polémica, sino de comprender un poco más, es que nace la pregunta de si el fútbol nuestro es realmente intenso. Ahí es importante diferenciar a que nos estamos refiriendo al utilizar tan importante palabra.

En el inconsciente general asociamos INTENSIDAD a la carga, y demás conceptos físicos que se ponen en acción a la hora de realizar un entrenamiento, un partido, y por supuesto que no hay discusión ante ello, sino la intención de separar ideas: En el fútbol argentino predomina la intensidad física, no futbolística. Son pocos los entrenadores que son intensos en su juego, siendo este difícil de lograr por la necesidad de concentración máxima que necesitan sus jugadores.

Ese es el concepto de INTENSIDAD que en el mundo futbolístico, y que periodistas, jugadores, entrenadores tomamos para ¨decorar¨ mejor nuestra opinión, idea o concepto.
La intensidad futbolísitca surge de la periodicidad táctica, una metodología de trabajo que pone al juego como principal elemento, específico, y separándose de la vertiente física (que también es parte, pero no juega un papel principal).

Lo que se busca en la intensidad del juego es la correlación entre jugadores y sus puestos. Que las líneas se unan tras un mismo objetivo, concentrados como principal virtud y entendiendo la tarea que están ejecutando dentro del campo de juego.

En Europa hay exposición constante de equipos intensos, con mucha dinámica y que con grandes o pocas cantidades de movimientos llegan en fracciones de segundos a atacar el arco rival y terminada bien o no la jugada, se reacomodan para defender o atacar nuevamente.

¿Cuántos equipos Argentinos podemos entonces decir que son realmente intensos en la actualidad, y sin entrar al análisis físico? Muy pocos. River seguramente, por la concentración en la mayoría del juego y su afán de robar y atacar con movimientos prolijos y certeros. Banfield tal vez. Lanús ha perdido mucho en su concentración. Arruabarrena tiene intensiones pero hasta aquí su Boca no se ha acomodado.

A nivel de selecciones, la mayor está intentando tener Intensidad como característica de juego, y claro que posee jugadores para hacerlo.

Retomando la idea, es importante saber separar y entender a que nos referimos cuando hablamos de un equipo ¨intenso¨ hoy en día. ¿Será que es intenso o estamos queriendo decir que físicamente está dando todo? Tener identidad es lo más difícil, pero lo más reconfortante, y es lo que debe prevalecer a la hora de adquirir nuevos conceptos, utilizar nuevos términos en nuestro vocabulario.

Cuando hablamos de INTENSIDAD tenemos que tener en claro la idea de cuatro, cinco jugadores que puedan pensar lo mismo dentro de un campo de juego, y que tengan el mismo objetivo y la capacidad de resolverlo. El entrenador cuenta con sus once jugadores en el máximo nivel de concentración, para poder resolver con la mayor eficacia posible la situación de juego presentada, y comprendiendo cual es el método puesto en juego para resolverla.

En Mar del Plata es difícil encontrar equipos y entrenadores Intensos. Damián García de Kimberley puede ser uno de ellos, por su dinámica constante, apoyado en el físico, pero con un equipo que entiende a que juega y cuales son los caminos correctos.

Gustavo Noto es otro de los cuales sostiene la bandera de INTENSIDAD. Como se entrena se juega. Con el DT de Unión se lleva a la perfección esa frase y es, desde la época en que incursionó en los Argentinos que ha intentado que sus equipos posean un gran ritmo de juego, y sin tal vez manifestarlo, es claro que el entrenador entiende que en este último tiempo se ha acercado mucho a lo que él desea. Logró a través del trabajo convencer a sus jugadores y hacerles entender que es lo que están haciendo dentro del campo o lo que deben hacer.

Claramente que este tipo de conceptos no pueden ser tratados en el mundo del fútbol sin la predisposición de leer, pensar, repensar. Si al fútbol lo vamos a ver como algo de ¨correr, meter, dejar la vida y ganar¨ las disculpas a quien corresponda, pues el fútbol va más allá de eso. Se respeta al que mira al deporte a través de los resultados. Entiéndase que la gloria es para unos pocos, y casi siempre momentáneo, pero que el jugador comprenda, y entienda lo que está haciendo, es algo que quedará en él para toda la vida.