Marcelo Vázquez: «Hay que pelear y confiar en que el fútbol todavía es digno»

El entrenador de Alvarado, Marcelo Vázquez, analizó el empate 0-0 ante All Boys en el Minella, que obliga al “Torito” a ganar en la última fecha frente a Arsenal para mantener la categoría. Mostró su malestar con el árbitro y aseguró que el equipo fue “ampliamente superior”.

El entrenador, Marcelo Vázquez. (Foto: Florencia Arroyos)

Alvarado no pudo superar a All Boys en el «José María Minella» y el empate sin goles lo dejó en una situación límite: deberá ganarle a Arsenal en la última fecha de la Primera Nacional para asegurar su permanencia en la categoría. Tras el partido, el entrenador Marcelo Vázquez fue contundente en su análisis.

«Lo que nos faltó a lo largo de todo el torneo fue gol. Fuimos ampliamente superiores ante un equipo que vino a destruir, a no jugar, a hacer tiempo, a demorar. El árbitro condicionó el partido también… hicimos todo el gasto, tuvimos chances claras en el primer tiempo. En el segundo ellos tuvieron un cabezazo nada más. Se llevan un punto totalmente inmerecido”, expresó con fastidio.

El DT reconoció que el panorama se complicó porque ya no dependen de sí mismos: “Esto está tan sucio que no dependemos de nosotros. Hemos jugado contra todos y contra todo. La dignidad del jugador es lo que queda, pedimos disculpas a los hinchas que hoy no les pudimos dar el triunfo que queríamos. Hay que ir a pelear y confiar en que el fútbol todavía es digno”.

Más allá del golpe anímico, destacó la fortaleza del plantel: “El grupo está bien, aunque dolido. Dependíamos de nosotros y ahora ya no. Todas las especulaciones que hay son parte del fútbol actual, pero los que estamos adentro tenemos que bancarla. Tampoco hay que llorar: no hicimos el gol que tanto merecíamos”.

También se mostró muy molesto con la expulsión de Gobetto: “Lo echa porque se comió un cabezazo, salió con la nariz rota y todo ensangrentado. Lo expulsa para quedar bien echando uno y uno, pero no porque lo merezca. Lo vio todo el estadio, fue clarito. Estamos acostumbrados a esto”.

Finalmente, volvió a apuntar al desarrollo del juego: “Ellos no jugaban, hacían tiempo, demoraban en cada infracción. El último tramo se habrán jugado 25 minutos efectivos. Estuvo muy parado el partido, en un momento fueron cinco minutos seguidos. Fue una locura y el árbitro lo permitió”.

Alvarado tendrá la última carta en Sarandí: ganar o descender.

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