De MDP a Los Leones: Joaquín Puglisi, nada es casualidad

El marplatense cerró su primera concentración oficial como parte de Los Leones en Mar del Plata y en pleno año olímpico camino a Tokio. El repaso por una vida dedicada a vivir este momento que hoy está viviendo. Ahora, espera seguir dentro del proceso.

Joaquín Puglisi con la indumentaria nacional.

Por Rodrigo Divito (@rodrigodivito)

Las cosas, generalmente, no pasan por casualidad. Cada esfuerzo y sacrificio del deportista amateur tiene un objetivo concreto, un sueño que recorre las venas a diario y arma de ilusiones cada día. Joaquín Puglisi cumplió su primera concentración oficial con Los Leones en Mar del Plata y está un pasito más cerca de ser el primer marplatense citado oficialmente para una convocatoria oficial del Seleccionado Mayor. Pero no es casualidad, hay un camino recorrido.

LA FORMACIÓN

La historia empieza hace mucho. “Joaco” empezó en el rugby porque iba a la villa de Universitario donde sus hermanas Martina y Agustina ya jugaban al hockey con “Las Lechuzas”. Se siguió desarrollando hasta que a los 10 años “Uni” se fusionó con Trinity y él siguió ahí, pero empezó a alternar con el hockey porque se necesitaban inferiores en el equipo. Su primer entrenador fue Agustín Nuñez, un ejemplo a seguir ya que estuvo en el proceso de Selección Junior y quedó cerca de disputar un torneo oficial. Luego, Puglisi se daría ese lujo.

Fue a mediados de 2008, cuando ya lo dirigía Pablo Rasinsky, que tomó la primera decisión que marcaría su futuro: eligió el hockey. Claro, ya el proyecto de Universitario estaba en marcha y viajaban a Buenos Aires para jugar el Torneo Metropolitano (todavía siendo locales en La Plata).

Tenía que crecer, evolucionar y lo sabía. A los aprendizajes con Nuñez y Rasinsky le agregó a un docente de la profesión como Augusto Centurión y cuando tenía 13 años se sumó al Plan que llevaba adelante la Asociación Amateur Marplatense de Patín (AAMH) en conjunto con la Federación Bonaerense y la Confederación Argentina. A cargo estaba nada menos que Carlos Muñoz. Ahí, todos los lunes, ya con la cancha sintética en Mar del Plata, se entrenaba y jugaba con caballeros y damas, recibiendo jugadores y jugadoras de toda la provincia.

La llama se había encendido en su interior, pero los fuertes vientos de hockey que respiraba constantemente la hicieron crecer. Sus 4 hermanos jugaban al hockey (uno menor y tres mayores), su padre Alfredo era el presidente del club donde jugaba y su mamá Roxana; ex jugadora en Buenos Aires. Estaba prohibido hablar de otra cosa.

Se enfervorizó, se fanatizó y empezó un nuevo proceso. Cada situación para jugar un rato, la aprovechaba y uno nunca sabe quien está mirando. En un Torneo de Pista del Club Náutico, estaba presente el entrenador de la Selección Argentina y lo llamó para concentrar una semana después de haberlo visto en acción.

La primera vez que Puglisi vistió la camiseta nacional.

La otra transformación, la física, también estaba en marcha: volvía corriendo de la playa para aprovechar cada minuto entre el hockey y el disfrute. Las cosas se daban muy rápido. De repente, estaba concentrando con la Selección Argentina Sub-19 de pista que se preparaba entonces para el Panamericano y el Mundial.

Ahí tuvo una de cal y otra de arena. Por un lado, debutó con la casaca albiceleste jugando Test Match ante Uruguay pero no pudo seguir dentro del proceso de la especialidad Pista. Ya se había despertado una ilusión extra que tendría entre ceja y ceja un tiempo más.

Debía tomar otra decisión que terminaría, a posterior, marcando otro capítulo de su carrera: entendió que necesitaba una conducta intachable desde lo deportivo; entrenar duro, alimentarse bien, descansar lo necesario transformándose en un deportista de Alto Rendimiento.

El destino le abrió otra puerta: el Campeonato Mundial Sub-21 de Hockey sobre Césped cambió de fecha, se corrió de año y le permitió llegar con la edad justa dentro el proceso. Ahí fue citado para las Pre-Selecciones y tenía un nuevo objetivo con Argentina.

Había una camada muy interesante por delante con jugadores que hoy son Leones y titulares en el equipo, como Maico Casella por poner un ejemplo. Eso despertó el interés del cuerpo técnico mayor y Joaquín Puglisi fue uno de los invitados con sólo 19 años, a una concentración de Los Leones en Chula Vista, Estados Unidos.

Paralelamente, decidió irse a vivir a Buenos Aires donde se unió a las filas de Ciudad “B” en el Metropolitano. Jugó la Copa de Honor al mes de haber llegado saliendo campeón en Primera. Ese mismo año viajó a Tucumán con el Seleccionado de Bs As a jugar el Nacional y también salieron campeones a fin de año. Al año siguiente se fue a jugar a “Muni” B buscando más minutos en cancha. La evolución tenía que darse en los dos frentes.

Casi que podía acariciar su objetivo y lo consiguió. Fue citado para jugar la Copa del Rey en Malasia (primer marplatense en un torneo oficial con la Selección Argentina) donde terminaron cuartos y luego, con 21 años cumplidos, quedó en la lista definitiva para el Campeonato Panamericano de la categoría que se disputó en Canadá. Argentina no dejó dudas y fue campeón, logrando otro paso histórico en su carrera.

Pero era sólo un paso más. Le quedaba el más importante y lo consiguió 3 meses después. Fue convocado y participó del Mundial Sub-21 de India donde Argentina concluyó en el quinto lugar. Su espíritu ambicioso no se conformó ahí, quería más. Lo disfrutó, claro, pero quería más.

¿CÓMO SEGUIR DESPUÉS DE UN MUDIAL?

Joaquín tenía que replantearse el futuro, si seguía jugando en Mar del Plata o encontraba alguna oportunidad internacional para el crecimiento. Se volvió a MDQ 06 Hockey Club y le surgió la chance de jugar tres meses en el Hockey Athletic Club Lugano (HACL) de Suiza donde tuvo su primer roce internacional.

Volvió a Mar del Plata, jugó con MDQ 06 y decidió hacer una temporada completa en el Club Universitario Sportivo (CUS) Cagliari de Italia. Ya desde lo físico estaba en un nivel superlativo, pero le fue agregando cosas a su juego, manteniendo una polifuncionalidad que siempre fue útil para sus entrenadores.

De Italia pasaría a España donde el Real Jolaseta lo contrató. Ahí jugó Copa del Rey (para los primeros cuatro del torneo español) y se consagraron Sub-campeones. Su actuación había despertado el interés de uno de los equipos grandes de Europa. Comenzaron las conversaciones con Herakles, club en el que juega actualmente.

Con esa camiseta se transformó en el primer marplatense en jugar la Euro Hockey League con los mejores jugadores del mundo en otra experiencia que lo establece en una elite difícil de alcanzar.

EL MOMENTO DE LA SELECCIÓN

Su ilusión, siempre lo declaró así, era llegar a Los Leones; continuar ese proceso juvenil instalándose entre los mejores del país. Tuvo un primer acercamiento con una invitación a entrenar cuando Germán Orozco era el DT, pero no continuó dentro del proceso.

Todo llega para quien sabe esperar y no cesa en sus convicciones. Los cambios en el cuerpo técnico del equipo nacional designaron como entrenador principal a Mariano Ronconi (el mismo DT que tuvo en Sub-21) que junto con el Head Coach de la Selección, Carlos Retegui, le comunicaron vía Zoom en agosto de 2020 que lo incorporaban al Pre-Seleccionado en el proceso camino a Tokio 2021.

No fue de un día para el otro, no hubo sólo casualidades, no hubo sólo suerte y no es repentina su llegada al equipo nacional para pelear por un lugar en Tokio. Hoy tiene la ilusión en niveles que antes sólo podía soñar pero sabe que tiene que dar todo en los entrenamientos ya que la decisión final no está en sus manos.

La concentración en Mar del Plata fue una oportunidad única y pronto habrá una concentración en Estados Unidos donde puede continuar con el proceso. Mientras tanto piensa en cumplir con su club, Herakles, una nueva temporada europea entre los mejores.

LA FAMILIA COMO SOSTEN DE HOCKEY

A cualquiera de sus familiares que contacte, Joaquín Puglisi no se encuentra con otra cosa que no sea hockey.

Los cuatro hermanos están trabajando en Europa en distintos destinos y desarrollando sus carreras. La mayor es Agustina que con 37 años es coordinadora del Club Pozuelo de Alarcón en Madrid y es la única mujer entrenadora de Primera Damas en el Torneo de la Federación Española. Por supuesto, también jugó.

Su hermano Tomás (35), jugó muchos años en Universitario y luego en MDQ 06 Hockey Club y hoy se desempeña como entrenador de menores, Intermedia y Primera B; además de ser Ayudante de Campo en Primera Damas, del mismo club Pozuelo de Alarcón.

Joaquín saludando a su hermano Tomás.

Martina, la tercera de las hermanas, con 31 años jugó en IAE Club muchos años, pero también tuvo paso por el Sardinero de Santander en España y en el Nantes de Francia. Ahora volvió a los entrenamientos.

El menor de todos, Santiago (19), formado en MDQ 06 Hockey Club, también esta cumpliendo su primera temporada en el Bologna de Italia.

Joaquín Puglisi junto a su hermano menor Santiago.