Trofeos para Brasil y Perú

El brasilero Fernando Meligeni Rodríguez Alves y la peruana Dominique Schaefer se quedaron con el Sudamericano Individual Grado B1 que organizó la COSAT en el Club Náutico de Mar del Plata.

El Torneo Sudamericano fue un éxito en la ciudad.

El Torneo Sudamericano fue un éxito en la ciudad.

Fernando Meligeni Rodríguez Alves, se quedó con el Sudamericano Individual grado B1 de la COSAT, con puntaje para al ITF, al superar en la final masculina al único argentino en competencia, el bragadense Genaro Olivieri, por 6/2, 7/6 y 6/4. La peruana Dominique Schaefer, en tanto, se impuso en damas.

Llegó a su fin de esta manera el certamen que congregó, en el club Náutico Mar del Plata, a los mejores tenistas Juniors de Sudámerica, varios de los cuales parten ahora para la gira europea que incluye varias citas de Grand Slam.

El partido arrancó con un quiebre de parte del jugador paulista, que en pocos minutos logró colocarse 3-1 arriba en el marcador. La potencia, fundamentalmente del drive de Melingeni Rodríguez Alves lastimó y mucho, al jugador de Bragado.

Fernando se colocó 4/2 arriba en este parcial y con sus saltos y sus tiros ganadores, rapidamente dio cuenta del local, cerrando e 6/2.

En el segundo set, el jugador de San Pablo pudo quebrar, pero el argentino no se quedó atrás y empataron en uno. Con su saque, Genaro no pudo sostener esta paridad y el visitante pasó a ganar por 2 a 1.

Todo parecía encaminarse a una nueva victoria del brasileño, que se colocó 4-2 arriba, pero Genaro Olivieri pudo detener algunos winners y obligó a puntos largos. Allí es donde saco ventaja el número 15 del mundo para el ránking Juniors ITF, ya que el paulista arriesgó y erró en similares proporciones.

Llegaron a la definición por tie break y el bragadense fue realmente mejor. Controlando los drop shots de su rival, ensayando algún “globo” y con una buena fortaleza mental para no desesperarse en busca de la definición, Olivieri ganó el set, por 7-1 y obligó a un tercer tramo.

La estrategia de uno y otro para el set final ya estaba planteada, El resultado final dependía de los porcentajes de efectividad que tuviese Melingeni en sus tiros profundos y ganadores y en la capacidad para evitarle tiros cómodos de Olivieri, que en peloteos largos encontraba su ventaja.

La notable concurrencia en el court central del Náutico, algo así como 600 personas alentó al representante del país, pero no por ello desconoció las buenas acciones del brasileño, que con su particular estilo, pegando de derecha en el aire y con algunos movimientos muy elásticos, demostró tener un gran futuro en el Circuito.

El argentino peleó cada punto, pero el jugador paulista, sobrino de otro gran tenista que tuvo Brasil, pudo imponerse por 6/4 y quedarse con el torneo.

Schaefer, en sets corridos

La limeña Dominique Schaefer, se quedó con el título femenino, al superar a la colombiana Emiliana Arango por un doble 6/3.

El partido comenzó marcando una tendencia que sería la constante del partido. A las dos les costó mucho mantener su saque y de movida, en los dos primeros games, ambas se quebraron mutuamente.

Luego mantuvieron su saque para arribar a un 3 a 3, pero allí la peruana comenzó a jugar tiros más profundos y mantuvo en el fondo a la oriunda de Medellín.

En las ocasiones en las cuales la colombiana se tuvo que arrimar a la red, generalmente por drop shots de la campeona, fue superada facilmente con “globos”.
Schaefer volvió a quebrar para quedar 5-3 en la segunda ocasión de quiebre que tuvo y se encaminó para obtener el primer set, el cual finalizó 6/3.

Volvieron a quebrarse una y otra en el arranque del segundo capítulo. La colombiana intentó jugar con slice y bajar la pelota, pero la jugadora peruana respondió bien y el nerviosismo, de a poco, fue quitándole posibilidades a Arango.

Fue fundamental del cuarto game, donde Schaefer pudo colocar 3/1 arriba en el tanteador sin perder un punto. La colombiana parecía desconcentrada, pero sacó sus últimas reservas , mantuvo su saque y luego quebró, para igualar nuevamente en tres.

De allí en más, la limeña fue más sólida y en el segundo match point a su favor, cerró el partido con otro 6/3 en la pizarra.

En la entrega de premios a los jugadores de ambas finales, se le hizo entrega del premio Fair Play al jugador subcampeón. En la consideración de los árbitros, organizadores y todos aquellos que participaron del torneo, Genaro Olivieri fue muy correcto en su accionar, más allá del juego.

Para cerrar el certamen, José Samuel, directivo de la Asociación Argentina de Tenis y responsable del área de Menores, agradeció ante el público a “a la Federación Atlántica, fundamentalmente a Daniel Larreina que trabajó mucho en la previa. A todo el equipo de árbitros, a los ball boys, a los jugadores, a todo el equipo de la Asociación que trabajó conmigo codo a codo para una buena realización, a Pablo Barboza, supervisor ITF y a todo el público presente, que fue muy respetuoso en todo momento. Recién el presidente del Náutico Ramirez Lijo manifestó que quería volver a tener este torneo en su casa. Yo creo que por la buena semana que tuvimos, es muy probable que nos veamos el año que viene”.