Alvarado volvió a sonreír en el Minella

El equipo de Vigevani venció por 2-1 a Estudiantes de Río Cuarto como local y volvió a sonreír ratificando una curva de crecimiento que está teniendo el equipo. Tuvo un buen primer tiempo y en el segundo defendió la ventaja. Los goles fueron de José Luis Fernández, Nicolás Ortiz y Reynaga. Lungarzo atajó un penal que podría haber sido el 1-1. Ahora el sábado a las 17 visitará a All Boys para cerrar esta seguidilla de tres partidos en una semana.

Nicolás Ortiz abrazando a Ramírez luego del gol. (Foto: Florencia Arroyos – Club Alvarado)

Alvarado recuperó la sonrisa y ratificó que está experimentando una etapa de crecimiento interno, de formación del equipo. Pudo sumar esta noche en el Minella su segundo triunfo de la temporada y fue 2-1 ante Estudiantes de Río Cuarto en el Minella por la fecha 10 de la Zona A en la Primera Nacional.

El inicio fue impecable porque en la primera que tuvo, convirtió. Lucas Albertengo asistió a José Luis Fernández con un centro y el 10, demostró que también tiene dotes para cabecear ganandole al defensor y al arquero para poner el 1-0 antes del primer minuto de juego. Era una buena forma de empezar, pero nada es fácil para el “Torito”. Unos minutos más tarde, Lobo Medina cobró un penal generando una nueva controversia porque los jugadores locales juraban que no había sido. La ejecución estuvo a cargo de Renzo Reynaga pero Lungarzo por segundo penal consecutivo, pudo atajarlo. Ante Almirante Brown terminó en gol en el rebote, pero esta vez la sacó a un costado para evitar el empate.

Alvarado tocaba el balón, tenía mucha dinámica y parecía que con los cambios implementados en el once inicial (ingresaron Bellocq y Ramírez) había encontrado una buena manera de contrarrestar lo poco que podía hacer el equipo cordobés. De pelota parada llegó a la segunda conquista. Otra vez, el rendidor Nicolás Ortiz aprovechó un envío cerrado al primer palo (como toda la noche) para desviarla delante del arquero y marcar el 2-0. Todo parecía estar alineado en la tarde de miércoles.

Sin embargo, antes del final del primer tiempo, todo cambiaría. Renzo Reynaga tuvo su revancha inmediata porque a los 44 minutos pudo descontar con un remate cruzado y esa sensación de euforia que tenía el estadio se calmó.

Es que el complemento se plantearía entonces muy complicado. Los riocuartenses, a pesar de que estaban con un equipo que tenía muchas modificaciones empezó a manejar la pelota porque metió cambios en la zona media poniendo más gente. Fue un segundo tiempo difícil donde tuvo que defenderse durante mucho tiempo y además, aparecieron las molestias musculares.

Ya no volvió del vestuario por un pinchazo en el aductor Nicolás Ortiz y luego en el transcurso de esa segunda parte, Alan Robledo que llegó a la quinta amarilla, también se retiró con una molestia muscular. Tuvo que apelar entonces al sacrificio, al corazón, a lo que reclama todo el tiempo la hinchada y que el equipo demostró tener cuando lo necesita.

Terminó jugando con Lamardo de lateral, con muchas infracciones defendidas en el área propia y dejando todo para quedarse con ese triunfo que se consumó a los 51 minutos.

No fue sencillo como cada triunfo en la categoría, pero llegó en el momento justo porque ahora tendrá apenas un par de días de recuperación antes de enfrentar a All Boys el próximo sábado a las 17 en condición de visitante y donde también habrá modificaciones para cuidar a los jugadores.