Alvarado volvió a sumar en el Minella

El conjunto de José María Martínez empató 0 a 0 con Defensores de Belgrano en uno de los partidos más difíciles del ciclo de José María Martínez como DT. En un partido muy físico, ambos tuvieron sus situaciones y no pudieron concretarlas. Juan Manuel Lungarzo tuvo una contractura en la espalda y se espera por su evolución.

Alvarado y Defensores de Belgrano no se sacaron diferencias. (Foto: Florencia Arroyos – Prensa Alvarado)

No fue una noche fácil para Alvarado, pero el equipo de José María Martínez pudo sumar un punto importante que además cortó la racha de dos partidos con derrotas consecutivas. Fue 0-0 ante Defensores de Belgrano en el marco de la Fecha 28 de la Primera Nacional para la Zona “A”.

En el primer tiempo la visita impuso su ritmo y su juego, manteniendo alejado del arco propio a un “Torito” que habitualmente en los primeros minutos se muestra arrollador. Defensores contó con un par de oportunidades en ofensiva, algunas generadas por errores defensivos como un mal pase atrás que no pudo aprovechar el rival para definir y algunas situaciones por juego asociado aunque era directo cuando iba por las bandas.

El juego físico era una característica de todo el encuentro y había que luchar en todos los sectores de la cancha. El choque y el roce generaron más falta para la visita que para el local por lo que también se incrementaron las protestas.

Luego, promediando la etapa empezó a mejorar Alvarado con un enchufado José Luis Fernández, un determinante Boasso para manejar los tiempos y tanto Malagueño como Ihitz intentando por las bandas. Tuvo situaciones, centros que cruzaron el área pero no encontró precisión en ese tramo final para abrir el marcador.

Ya en el complemento, se emparejó el desarrollo, a punto tal que no se jugaba demasiado cerca de las áreas. Otra vez Defensores de Belgrano contó con situaciones, pero falló en el área y Alvarado empezó a intentarlo siempre por las bandas donde encontraba sus puntos fuertes. Le costó llegar al área con claridad por el roce era constante y tampoco la fortuna lo ayudó.

Pudo encontrar sobre el final con entusiasmo más que juego, algunas situaciones de peligro como un centro que casi llega a cabecear el ingresado Rebecchi pero el punto más importante de la noche fue la espalda de Lungarzo que en un momento parecía que no podría aguantar a punto tal que Lobelos hizo la entrada en calor y se vistió para entrar. Ahí fue cuando el médico y el propio Lungarzo dieron el ok para continuar.

El arquero había sufrido un golpe y fruto de ello se le contracturó la espalda pero aguantó de pie, aunque ahora habrá que esperar para ver como evoluciona pensando en el próximo compromiso ante Estudiantes de Río Cuarto.

Es un punto que suma, que le permite volver a hacerlo después de dos derrotas pero los jugadores parecieron retirarse del campo con la sensación de que podría haber sacado más del encuentro.